Su diseño refleja la herencia y el legado de Túnez, lo que la convierte en un objeto muy apreciado tanto por coleccionistas de monedas históricas como por inversores que buscan añadir valor cultural a su cartera de oro físico.
Con buena liquidez y reconocimiento en mercados internacionales, la moneda de 20 Francos Tunecinos es una opción recomendable para quienes desean combinar historia y valor de inversión en oro.