Cada año, el diseño del kookaburra cambia, lo que convierte esta serie en una de las más atractivas y coleccionables del mundo. Su impresionante tamaño no solo resalta la belleza del grabado, sino que también ofrece un valor considerable en términos de inversión en uno de los activos más seguros del mercado: la plata física.
Gracias a su reconocimiento internacional, su pureza certificada y su gran formato, esta moneda es ideal para quienes desean preservar y diversificar su patrimonio en tiempos de incertidumbre económica.