Su anverso muestra el perfil de Su Majestad el Rey Carlos III, mientras que el reverso presenta el emblema nacional de Canadá: la hoja de arce, grabada con detalles de alta precisión y con tecnología de seguridad contra falsificaciones.
Esta moneda no solo es un activo tangible de confianza internacional, sino también una opción estratégica para proteger el patrimonio frente a la inflación y la incertidumbre económica. Su liquidez y reconocimiento mundial la hacen perfecta para inversores y coleccionistas.