Acuñada en oro puro 999.9 (24 quilates), esta moneda de gran formato ofrece una notable presencia física, alto valor y atractivo artístico. En el reverso, el majestuoso dragón está representado con gran detalle, mientras que el anverso muestra el retrato del Rey Carlos III, marcando una nueva era en la numismática moderna.
Gracias a su pureza, peso y prestigio, esta moneda es una forma poderosa de preservar patrimonio y rendir homenaje a una figura clave del zodiaco chino.