Con un contenido de oro de 22 quilates (91.67%) y un peso de 7.16 gramos, esta moneda refleja el poderío económico y político de Alemania en la segunda mitad del siglo XIX. Su diseño incluye el perfil del emperador y el escudo imperial, elementos muy apreciados por los coleccionistas y amantes de la historia europea.
Estas monedas no solo son una inversión en oro físico, sino también en un legado histórico imperial de gran valor numismático.