Fabricada en oro fino de 999.9 (24 quilates) y con un peso de 15.55 gramos, la Britania de media onza mantiene la representación de la figura clásica de Britania, símbolo de fuerza y estabilidad del Reino Unido. Su tamaño accesible la convierte en una excelente elección tanto para principiantes como para inversores experimentados.
Con un alto grado de reconocimiento internacional y liquidez, esta moneda es ideal para diversificar una cartera de inversión en metales preciosos.