El reverso muestra a Britannia, la personificación de la fortaleza británica, símbolo de seguridad y estabilidad desde hace más de tres siglos. El anverso varía según el año de emisión, pudiendo incluir los retratos oficiales de la reina Isabel II o del rey Carlos III, dependiendo del año.
Gracias a su tamaño intermedio, ofrece una excelente divisibilidad, facilitando la venta parcial de patrimonio sin necesidad de desprenderse de grandes cantidades de oro.